“A dos años de publicada, la nota sobre los niños fumigados de la soja todavía continúa generando repercusiones”.-Arturo Avellaneda
La verdad que estoy totalmente de acuerdo con quien escribió
este articulo, me trajo a la memoria la época en que yo realizaba trabajo aéreo;
y mis desencuentros y discusiones con estancieros, capataces y mi propio patrón
carentes de sensibilidad. Yo me negaba a fumigar sin antes a los banderilleros,
que por lo general siempre fueron niños o adolescentes, se les proveyera de capa
impermeable con capucha para evitar que los productos químicos utilizados (que
eran extremadamente tóxicos) los perjudicara. Tuve que escuchar, como
respuestas a mis pedidos, que eran los “hijos de los peones” o que si yo era
piloto o abogado defensor, a lo que contestaba, que simplemente no quería ser
asesino, muchas veces, aunque a regañadientes aceptaban mis sugerencias.
Este artículo también me recuerda el genocidio
norteamericano sobre el pueblo vietnamita fumigando cientos de miles de
bosques, selvas y poblaciones arrojando millones de litros de químicos
venenosos ultra tóxicos, dioxinas y defoliantes prohibidos expresamente por la
Convención de Ginebra y de la cual los EE.UU. eran firmantes, pero ya sabemos
perfectamente como cumplen los EE.UU. sus compromisos y tratados. Estos
químicos provocan grandes e irreversibles daños por generaciones que se
traducen en malformaciones. En la Ciudad de Ho Chi Min, visite el Museo llamado
de las Atrocidades cometidas por los EE.UU. en esa guerra infame, en una gran
habitación hay decenas de fetos mantenidos en frascos con cloroformo, fotos con
las más variadas y horrendas malformaciones, y el motivo principal no es por
una cuestión morbosa, sino para que se sepa en toda su dimensión y en forma
descarnada el salvajismo de los EE.UU. Al ver muchos uniformes de pilotos
norteamericanos y las condecoraciones entregadas por el Congreso Norteamericano
pregunté a qué se debía, me respondieron que eran pilotos que al llegar de
regreso, y dado que sus esposas habían tenido hijos con graves malformaciones, como
una forma de arrepentimiento por los males y el daño que le produjeron al
pueblo vietnamita, habían decidido en repudio a su gobierno enviar sus
uniformes y condecoraciones al gobierno de Viet Nam.
En viaje a la Bahía de Halong, un lugar de una belleza
superlativa, Ly, el guía que me acompañó durante más de un mes por todo Viet
Nam, incluso hasta llegar a Dien Bien Phu, me propuso y nos detuvimos en una de
las tantas escuelas de adolecentes de ambos sexos, todos ellos con graves
problemas de malformaciones en este caso de miembros inferiores, provocadas por
la dioxina y los defoliantes caídos sobres sus padres, maestros y profesores
enseñan el arte de pintar, confeccionar alfombras, tallar maderas, ellos
sienten una gran alegría cuando un turista o un viajero como yo, los visita,
porque saben que los van acompañar en dolor y su drama y no verlos como cosas
"raras", por mi parte sentí una profunda angustia y una gran
indignación por quienes cometieron semejantes crímenes. Recorrí todas y cada
una de las mesas donde trabajaban, ellos le preguntaban a Ly quien era yo y de
donde había venido, cuando se enteraban de cuán lejos vivía, las caras de
asombro y agradecimiento eran notables, no podían creer que alguien viajara
desde tan lejos a visitar un pueblo pobre, por medio de Ly, les contesté que yo
no había venido a ver si Viet Nam era pobre o no, yo había venido a visitar a
un pueblo con una gran dignidad, que salvo Cuba no existen en el mundo. Todo lo
realizado en la escuela se vende, una parte es para los alumnos, otra parte
para comprar los insumos, de esa forma ellos se sienten que son útiles y no un
peso para sus familias. Hay una urna donde los visitantes dejan su contribución
que también es para los alumnos. Al retirarme todos los alumnos en coro y en
vietnamita, me dijeron: -Gracias Eduardo, cosa que me emociono muchísimo. A Ly
le agradecí infinitamente la idea de haberme llevado a esa escuela, ahí
comprendí el porqué de tanto odio que siento por los EE.UU.
Eduardo M. Gimenez
Piloto Aviador
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