En esta calle, la Via Rassella, a metros de la Via Condoti (una de las más exquisitas de Roma), comenzó lo que más tarde sería la masacre más horrenda que cometería el nazismo en Roma. Un grupo de partisanos esperó, en esa via, el paso de una columna de soldados nazis. Atacándolos y matando a muchos de ellos. Hitler ordenó que por cada soldado nazi muerto debieran morir diez italianos. Fueron ejecutados en un lugar de la Via Apia, conocido por Fosas Adreatinas, literalmente unas cuevas. Bajo la dirección de Erik Priebke, fueron masacrados con un disparo en la nuca 335 italianos. Lo que más me emocionó, además del horrendo crimen, fue ver la tumba de seis hermanos; los hermanos di Goncelli. Jamás los olvidaré, me quedó grabado para siempre… ¡Tanto horror! Es un lugar que llena de congoja e indignación por el salvajismo. Para recomponerme de tanto dolor, con Blanca caminamos durante horas toda la Via Apia.
Para más información: Masacre de las Fosas Ardeatinas.
Para más información: Masacre de las Fosas Ardeatinas.
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| Eduardo Manuel Gimenez Piloto aviador |

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