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miércoles, 14 de marzo de 2018

Mi viaje a Cuba y Colombia 2018

A  mis queridas amigas/os. Como lo prometí, empezaré a narrar el viaje a Cuba y Colombia, viaje que comenzó con muchas complicaciones, por problemas de la compañía Aérea perdí una combinación que me llevaría a La Habana. En Lima, después de muchas discusiones ya que querían que volara al salvador o costa rica, cosa que me negué rotundamente y exigí un destino más cercano a Cuba, y acepté  volar a Panamá. Me trasladaron a un hotel de Lima hasta las 23:00 hs. Y más tarde me regresaron al aeropuerto, para embarcar a las 02;00 hs. con destino a Panamá para luego a las 07:00 volar a La Habana y llegar a las 10:00 hs. Allí me esperaba por segunda vez el Cnel.  Leonardo Tamayo y su esposa, cosa que me llamo la atención, pues ella jamás concurre al aeropuerto a despedir o esperar a su esposo. Después de saludarlos le digo a Magali: ¿Qué haces aquí? Y me dice: -“a recibirte Eduardo” y nos volvimos a abrazar. Al rato me comenta: “ Eduardo, la niña no llego, la esperamos ayer hasta las 17:00 hs.” La preocupación mía estaba centrada en algo que les llevaba, en las maletas tenía dos envases de aluminio donde vienen las botellas de champagne y contenían 4 lomos y temía por su estado. Además tenía que ubicar al coche que me trasladaría al cayo Sta. María casi 500 km. de distancia. Entre todos me ayudaron a abrir las maletas, le entregue los envases y con miguel el taxista salimos rumbo al destino después de dos días de complicaciones. Miguel, resulto una persona extraordinaria y solidaria, al rato de andar, viendo lo gentil que era me anime a pedirle que hiciera una comunicación al representante de Julia en La Habana para averiguar si mi amiga diana había llegado o no. Se comunicó con tanta suerte que el que lo atendió, si bien no sabía el nombre, le manifestó que el había trasladado a una sola persona, una persona joven al hotel Sta. María, no me quedo dudas quien era. Al reto le digo: -  Miguel! Podes hacer una llamada al hotel Sta. María? . Encantado me dice. Y llama, me da el cel. Al que atiende, me presento, le explico la situación y le pido que acepten las explicaciones que les pueda dar otra persona que llego antes, que yo soy quien tiene toda la documentación, con gran amabilidad me dicen que me despreocupe, que saben todo lo que paso y que ellos aceptaron la explicación y que además recibieron dos llamados de argentina por este mismo problema, que la Sta. Rojas está ubicada en su bungaló. De ahí en adelante seguimos conversando con Miguel, ambos nos sorprendimos, me conto que había estudiado 6 años en la ex Unión Soviética y se había recibido de Ingeniero en construcción de aeropuertos, hablaba el idioma ruso con una gran fluidez y de esa forma recorrimos los lugares de Rusia que ambos conocíamos. Nos detuvimos a cargar combustible, tomar un refresco y comer algo y quiso invitarme, cosa que no acepte, el viaje resulto muy agradable por lo agradable que era Miguel y se nos hizo muy corto, los últimos 50 km. Se hace por una carretera construida dentro del mar que lo hace más emocionante, a las 1700 hs. Llegamos al cayo Sta. María y al Hotel Melia. Me recibieron con una gran alegría, me dijeron, aquí me olvidara de lo que paso, entregue la documentación, me colocaron una pulsera que identificaba como huésped del hotel y en carro eléctrico me trasladaron a mi lugar. Allí estaba Diana que justamente ese día cumplía años- me comento que había reservado ubicación en uno de los más elegantes restaurantes de los 5 que tiene ese complejo. A la noche cenamos riquísimos platos con un exquisito champagne Moet Chandon. Recorrimos muchos lugares incluso parte de la playa para terminar en la confitería, donde comenzó el festival de cócteles, creo que si fuéramos otra vez el hotel pensaría dos veces nuestra admisión jajaja!!  La playa una delicia con sus arenas blancas, caminábamos sin meternos al agua por lo menos yo porque en esta época del año son muy frías y Diana porque no le agrada quemarse se cubre. Realmente un lugar paradisiaco, como estar en el país de las maravillas de Alicia. Un día visitamos un pueblito de artesanos que hacen cosas maravillosas. Otro día rente un taxi, nos acompañó Alberto un empleado de seguridad del hotel, gran persona y el taxista, una maravilla, viajamos a la ciudad de Trinidad, una ciudad de más de 500 años. Pasamos por Villa Clara donde vitamos el famoso Tren fantasma que conducía armas y municiones para el dictador batista y era imperioso que no llegara a La Habana. Allí intervino la brigada suicida para impedirlo cuyo jefe era el ahora Cnel. Leonardo Tamayo. Lo detuvieron descarrilándolo y que significo el fin de esa tiranía. En Sta. Clara aprovechando la fábrica de habanos, me hice de un buen stock de puros además de los que me obsequio Tamayo. Llegamos a Trinidad para almorzar en un simpático restaurant. Durante la tarde la recorrimos y compramos hermosas artesanías sobre todo hechas en tela. Regresamos justo para la cena. Otro día realizamos un crucero por distintos cayos, donde visitamos un acuario con delfines amaestrados, un día verdaderamente agradable desde todo punto de vista. Disfrutábamos las noches la alegría contagiosa de la música cubana, la exagerada atención como si fuéramos personalidades especiales, a cada momento se acercaban para que indicáramos que se nos ofrecía. Todo así, hasta la madrugada, parecía una ilusión lo que estábamos viviendo, pero era realidad, Diana siempre mirando al cielo para descubrir estrellas. El hotel en ese momento debido a la crisis mundial también sufría sus efectos, solamente había un 30% de su capacidad ocupada, de los cuales la mayoría eran canadienses. Quisiera  contarles una anécdota con uno de ellos y su familia, que no era canadiense sino nacido en la Islas Fijy, en Oceanía, que tenía una especial atención conmigo, a punto tal que cuando se acercaba, Diana me decía ahí viene tu fan. Un día antes de irse se paro y me dice. “lo felicito por su inteligencia” todavía estoy tratando de averiguar qué quiso decirme… Algo muy risueño…. Nos vinimos con las direcciones de todos. Al regreso a La Habana nos detuvimos en Sta. Clara para admirar el majestuoso mausoleo en memoria del Che, personalmente lo conocía. Nos hospedamos en un hotel en plena habana vieja muy cerca del Florida, especial para visitarlo y degustar los exquisitos daiquiris y recorrer sus calles. Al día siguiente nos recogió el Cnel. Tamayo con su hermoso automóvil flamante que acababa de recibir de manos del presidente  Raúl Castro, un vehículo chino muy confortable, así recompensa Cuba a sus héroes. Durante toda nuestra estadía todos los días salíamos con él a recorrer las calles y visitar lugares interesantes, como museos. El único inconveniente que a cada paso la gente lo paraba para saludarlo, como también compañeros que habían combatido juntos en diversos escenarios como lo fue el Cnel. Paniagua, con quien conversamos largo rato y recordando y contándonos su amistad y admiración por Tamayo, y las personas en alguna oportunidad nos dijo, “que privilegio tienen ustedes y no son cubanos” nosotros pagaríamos por esto. Una noche concurrimos al espectáculo de Tropicana. El 30 de dic. Fuimos invitados al cumpleaños de la nieta de Leonardo y Magali. El 31 también lo fuimos para despedir el año en casa de Egnon, el hijo de Tamayo que es chef, muy reconocido. En otra oportunidad, como ya iba preparado decidí visitar la embajada de la República Popular de Corea, ya que Cuba es el único país de América latina y el Caribe que mantiene lazos diplomáticos con dicho país. Le dije: Leonardo!! Llevame a la embajada, el ya sabia y conocía el texto y su contenido de lo que había escrito al regresar del viaje a ese país y le había gustado mucho. Nos recibió el primer secretario de la embajada, le explique el motivo de mi visita, al principio no entendía mucho, pero cuando lo entendió, nos hizo pasar a un gran salón, leyó muy atentamente su contenido y me dice: “Muy bueno sr. Gimenez”. Aceptó con gran gusto el material y agradeció, en especial lo publicado por el diario Pregón de Azul, ya que es un hecho inédito que un diario publique algo de mi país, pues la prensa hegemónica del mundo cuando lo hace es para denostar y vapulear. Varias veces agradeció esta actitud y en particular a mi persona por haber viajado a su país. De mi parte estuve más que agradecido por el recibimiento ya que para Corea ese día era un día feriado.  La tertulia fue muy agradable. La más sorprendida fue Diana, su mundo no es la política internacional sino la ciencia de la astronomía, el romanticismo de las estrellas y el universo celestial, ya que es astrónoma. De allí nos dirigimos a la cabaña que fuera la comandancia del Che, al triunfo de la revolución y donde se juzgo a los asesinos y esbirros de batista que no pudieron escapar. Se los juzgo con todas las garantías, con defensores. Lo que no tuvieron sus detenidos y asesinados en su mayoría estudiantes. Ese día se conmemoraba en ese lugar la entrada del Che. Tamayo me presento a sus ex compañeros, ahora coroneles y generales algunos con grandes mutilaciones, les decía al presentarme que era su hermano argentino, y me comprometieron a que el próximo año, en que se realizara el mismo acto, pero será de carácter oficial, estoy especialmente invitado. El día 3 de enero, a raíz sin saber en absoluto que yo no festejo mi cumpleaños desde hace 6 años, lo comento con la familia, Tamayo y pese a mi negativa, al final tuve que claudicar y aceptar. Tampoco quería porque los cubanos dan todo, hasta lo que necesitaran al otro día, Diana me prometió que ellos no gastarían absolutamente nada y compro todo para ese día. Y Egnon sería el cocinero y lo hicimos en la casa de Leonardo y Magali. Cuando en el hotel le digo a Diana cuanto gastaste, no te preocupes, es mi regalo de cumpleaños- al día siguiente viajamos a Pinar del Rio y viñales los cuatro, pasando un hermoso día que nunca olvidaremos. Ese lugar es donde se cultiva el mejor tabaco del mundo. El día que regresábamos a Colombia volvieron los problemas, ya que me querían cobrar 50 kg. De exceso de equipaje, se los discutí y lo pelee. No era mía la culpa, pues cuando compre el billete la cia. Me dijo que en esos tramos no hay clase ejecutiva, y vengo viajando desde bs.as en esa clase y regreso de la misma manera y no me pueden condenar a pagar exceso o viajar con 23 Kg. Pedí hablar con el jefe, además por haber sido piloto tengo ciertas preferencias, me las acepto y ordeno que mis maletas pasen. Por supuesto que le agradecí su comprensión. Llegamos a Bogotá, nos esperaba el padre de Diana en el aeropuerto. Me llevaron al Hotel Sofitel, donde siempre soy huésped y me aprecian mucho, una gran alegría al verme llegar:  - Quiere tomar algo? ¿Viene cansado sr. Eduardo?  Da gusto llegar a ese lugar. Al otro día me recogió Diana para almorzar con sus padres. Y al otro partíamos para San Agustín una ciudad 600 km. de Bogotá, los padres de Diana quisieron que viajáramos en su carro, un Citroën c4 nuevo y Diana les dejo el suyo, ¡qué familia maravillosa!!! Salimos tarde y a los 240 km. Era de noche y peligroso y pernoctamos en una pequeña ciudad llamada Neiva. Al otro día visitamos el Museo de las Orquidias, jamás imaginé tanta belleza. Seguimos , almorzamos y cargamos combustibles y luego empezó la diversión para mí de ver manejar a Diana en un camino de precipicio y con más de 600 curvas y contra curvas, era una delicia ver como negociaba las curvas, parecía un corredor de fórmula uno. Mientras almorzamos desde su celular contrato el alojamiento el hotel en San Agustín. Me dice se llama El Monasterio, jocosamente le digo, pueda ser que quede algo para lavar nuestras culpas, Jajaja. Llegamos, no era un monasterio sino una antiquísima finca cafetal, acondicionada para hotel, su dueño un alemán, muy amable como también todo el personal. Un día concurrimos a cenar con Diana y a mí se me ocurre pedir sopa de cebolla, el mozo extrañado me contesta que no la tienen en el menú. Bernard,el dueño sintió mi pedido, se acerca y me dice: “Si me ayuda , mañana la hacemos juntos” y le acepte. Al otro día previamente les había dicho los elementos que llevaba y como se picaba la cebolla. Mientras le explicaba a Bernard de donde salió esta comida, le dije que era lo más insólito que me había pasado viajando por el mundo, terminar en la cocina de un hotel, por suerte no para lavar los platos por falta de pago, nunca vi reir tanto a un alemán. Este plato lo invento la amante del famoso pintor Toulouse Lautrec, que era una mujer muy solidaria y para mitigar el dolor y el hambre de los pobres y los indigentes en las noches frías de Montmartre se había ocurrido, le llamaban loa sopa de los pobres. Le conté que un día con mi amigo Carlos Quezada, integrante de Quilapayun, fuimos en París a un restaurant muy elegante y pido sopa de cebolla, el mozo me miro con asco pero me la trajo, no la pude tomar era malísima pero me la cobraron como si me hubieran servido faisán. Ese plato lo sirven en las tabernas donde concurren camioneros y obreros.- en San Agustín recorrimos muchos lugares arqueológicos de gran interés, muchos de ellos saqueados por los conquistadores españoles. Cosa que no es una novedad. Después de varios días en otro lugar de ensueño, empezamos el regreso a Bogotá y volver a deleitarme con el manejo de Diana, nunca la vi aplicar el freno, excelencia pura. Durante el regreso recibí un whatsapp de Bernard, que me pedía la receta de la sopa para incorporarla al menú, le envié las filmaciones de aquella noche y los ingredientes. Me lo agradeció mucho. Nos quedamos esa noche antes de llegar a Bogotá y al otro día seguimos viaje. Esa día me quede en el hotel y al otro día seguimos viajando a Villa de Leiva, un pueblo distante casi 600 km. Un pueblo muy turístico de más de 500 años de antigüedad, me contaba Diana que por esa plaza de adoquines camino Simón Bolívar después de vencer a los españoles en la batalla de Bocaya.  Allí nos encontramos con Mary, la directora del Museo de Antropología, una mujer con un don inepto para descubrir fósiles, con su esposo Augusto, fundador del museo del chocolate, con un restaurant de una gran exquisitez, lo podrán ver en las fotos que subiré, allí se producirá el próximo festival de astronomía que está dirigiendo Diana en su condición de presidenta de los astrónomos de Bogotá. Varios días estuvimos disfrutando esa belleza histórica patrimonio de la humanidad, recorrimos varios lugares de la época antes de la conquista que más tarde fueron saqueados por los españoles como lo fue la reserva de los uiscas. Un lugar apasionante por lo que interpretaban ellos de la vida, y lo demostraban con sus monumentos en piedra, que representaban los órganos de reproducción masculinos, mientras que para la mujer era la madre tierra. Los españoles entendieron esa cultura como la adoración a satanás, y por esa razón destruyeron la mayor parte de la misma, con la imposición de la iglesia católica. Una noche y por capricho de lo desconocido, decidimos hospedarnos en un monasterio de los frailes dominicos, nos recibieron con mucho afecto, eso si nos morimos de frio, además llovió toda la noche, yo aproveche para escuchar mi música favorita. A la mañana desayunamos chocolate con los monjes, todos muy atentos. Al otro día seguimos para Bogotá, en el camino Diana se comunico con su amiga Yohanna para invitarla a almorzar en el pueblito que vive ella y luego ir a su casa y encontrarnos con el señor que me tenia preparados patrones de rosas de exportación, me explico cómo plantarlas y cuidarlas, cosa que ya hice y ahora debo esperar durante 5 meses el resultado. Tuve que hacer muchos malabares para que no me las descubrieran en el aeropuerto de Bogotá  y Argentina, tuve suerte. Luego me quede dos días en el hotel. Seguimos recorriendo y conociendo Bogotá. El día que regresaba era el cumpleaños de Goya la hermana de Diana. Dos días antes fuimos con diana a una florería pues quería enviarle un presente a Goya. La dueña muy gentil, le pedí que se esmerara pues ese presente era para una niña que quería conquistarla, se mataron de risas. El día del cumpleaños Diana me recogió del hotel y fuimos a su casa, todos maravillados de ese presente floral. Les volví a contar el episodio de la florería, que la Sra. Se había esmerado para conquistar a Goya, fui una risa total y Goya me dice: - “ Lo lograste Eduardo” y fuimos a almorzar a un restaurant. A la noche, a las 22:00, regresaba a  Argentina. Espero no cansarlos con el comentario y las fotos que más tarde subiré. Gracias¡¡ Muchas gracias por tanto aguante!

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