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miércoles, 12 de febrero de 2014

La indecible emoción de volar arriba de" El techo del mundo" ...


Después de recorrer y visitar templos, stupas, subir y bajar cientos de escalones, llegó el día también esperado por mí de efectuar un vuelo por la cordillera de Himalaya y la cadena de los picos más altos del mundo. Nepal tiene en la zona nueve picos de los más altos y de los diez más altos del mundo, siete están en Nepal. El primer intento de volar fracasó, pues el cielo estaba totalmente cubierto, esperamos sentados en el avión casi 45 minutos la confirmación del vuelo pero fue imposible y lo pospuse dos días y entonces  sí lo pudimos hacer.
Volamos por más de tres horas sobre la cordillera del Himalaya, muy cerca del Tíbet y toda la cadena de montañas de Nepal que son aproximadamente de 15 a 20 picos muy altos y el mayor es el Everest es lo que ellos denominan treking, y es el paseo a pie por las montañas y tiene muchos adeptos, especialmente europeos y americanos y es uno de los mayores recursos económicos del país, además de la industria de las alfombras, que en un 100% exportan a Europa y EE.UU. y realmente son verdaderas obras de arte. El metro cuadrado de una alfombra de la mejor calidad por la cantidad de nudos cuesta 43 dólares, un precio irrisorio si lo comparamos con alfombras de Persia u otros países.
Luego volé hacia Bombay, también un mosaico de religiones. A pesar del poco tiempo que estuve, pude observar una gran pobreza y miseria comparada con Nepal; yo me atrevería a decir que Nepal es París, el transito es de lo más diabólico que he visto, no se puede decir que manejan por la derecha o por la izquierda, sino por el medio y sálvese quien pueda. Aquí también la religión es lo principal, aunque se estén muriendo de hambre, cualquier lugar es importante para rezar, no importa la hora del día, y no hablemos cuando empieza a caer el sol, en los aviones o aeropuertos a esa hora es un solo lamento.
Después volé de Bombay a Moscú en un vuelo de siete horas. En Seremetro me esperaba mi  amigo el Comandante Slava, fuimos al hotel para recuperarme del viaje y luego me pasó a buscar para cenar en su casa, cena que comenzó a las 14 horas y que termino al otro día a las 5 de la madrugada. Como el hotel quedaba muy retirado de ese día me quede en su casa, además ya fui sabiendo que me quedaba. Y luego continuamos el almuerzo, además Nataya hacia dos meses que venía preparando comida para mi llegada.
Población vietnamita
La población de Vietnam es de casi 80.000.000. En Ho Chi Ming hay 6.000.000, el parque automotor es muy pequeño pero se calcula que en Ho Chi Ming solamente hay 3.000.000 de motos y el transito es bastante caótico, sobre todo en las horas de la mañana, a la entrada de oficinas y fábricas y lo mismo a la hora de salida de los respectivos lugares.
Quiero comentarles de las telas de seda de Ho Ian, puerto que fue en el siglo pasado, e incluso antes, un lugar muy importante adonde llegaban barcos procedentes de todo el mundo para efectuar negocios y comprar sedas, algo parecido a lo que fue Venecia. Todavía conserva ese espíritu comercial, grandes talleres de costura y también grandes criaderos de gusanos de seda; en el término de una hora pueden hacer la prenda que uno indique desde camisas, trajes de hombres y de mujeres, trajes de fiestas, en fin todo lo que a alguien se le puede ocurrir.
Visité Da Nang, un puerto también muy importante que durante la guerra fue minado totalmente por los norteamericanos, y después de perdida la guerra tuvieron que desactivar todas las minas de acuerdo al Tratado de Ginebra.
Luego me dirigí a Hué, la última ciudad Imperial. Allí el monarca Nguyen abdicó su trono a favor de Ho Chi Ming, y éste lo tuvo como asesor, al igual que otros funcionarios importantes de la monarquía hasta que aparecieron los franceses y Nguyen se puso del lado de los invasores galos.
Seguí viaje a Hanoi desde Hué que duró toda la noche. Hanoi también es una ciudad bulliciosa, sede del gobierno nacional y también con miles y miles de motos y con un sonar incesante de bocinas de automóviles y motos. Todavía se puede ver en el centro de la ciudad y alrededores restos de aviones norteamericanos derribados. Aquí rige el mismo patrón que en Ho Chi Ming y el resto del país en cuanto al trabajo, todo es trabajo y movimiento sin cesar, no importa la hora del día o de la noche.
A pesar de que ese día llovía, hice la cola para visitar el importante Mausoleo de Ho Chi Ming, ubicado en el centro de una inmensa plaza, frente a una gran avenida. El cuerpo de Ho Chi Ming fue embalsamado por especialistas rusos con la misma técnica utilizada en el caso de Lenin y cada año durante dos meses lo trasladan a Moscú para efectuarle lo que sería un mantenimiento, la fila para rendirle homenaje es interminable durante todo el día, que comienza a las ocho de la mañana, se lo puede observar recostado sobre una especie de litera con cuatro barrotes torneados que sostienen un pequeño techo e iluminado con una luz tenue rojiza; la fila no se puede detener bajo ningún concepto y uno tiene la oportunidad de observarlo desde tres puntos diferentes y por varios minutos. Luego visité su casa particular ubicada al costado del mausoleo dentro del parque, una casa totalmente de madera, de una extrema sencillez y muy humilde. Al costado de la misma se encuentra el bunker desde el cual Ho Chi Ming dirigió la guerra y se resguardó de los intensos bombardeos a los que fue sometida Hanoi. (Mañana nos reencontramos querido lector)






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